EL MUCHACHO LUTIN
VISTAS DESDE L'ILET DE CABRIT
VISTAS AL ATARDECER
HORNO PARA COCER BARRO MÁGICO
EL LUTIN TRABAJANDO SUS MÁSCARAS
FELICES PARA SIEMPRE
viernes, 26 de febrero de 2010
HISTORIA DE UN LUTIN
Erase una vez un garçon que vivía en una lejana isla perdida en el Mar de les Antilles. Decían de él que era el vigilante de la isla, una reserva natural a la que poca gente podía acceder, a menos que fuese en bateau y sólo para pasar un día. Pues nadie podía quedarse allí a vivir. Solo él, por casualidades del destino llegó a parar a esta pequeña isla en donde había muchas cabras, solo eso. Claro, ahora entiendo porqué se llamaba L’itet de Cabrit.
El garçon era de aspecto menudo, humilde y edad incierta. El brillo de su piel bronceada por el paso del tiempo bajo el Soleil, su pelo negro despeinado, sus orejas puntiagudas, sus cejas oscuras y bien perfiladas y su sonrisa en la mirada le daban el aspecto de un auténtico lutin.
El garçon vivía en una petit maison de un material parecido al adobe en donde sólo existía lo imprescindible para vivir. Aún así era muy acogedor. Cada nuit el garçon se acostaba en la arena a contemplar la explosión de estrellas que llenaban el cielo de luz y magie. El mar también lo acompañaba en sus días y sus noches, dándole musique y movimiento.
Su trabajo era très spécial. Trabajaba con barro para crear bonitas máscaras a las que les daba vida. Por eso sé que es un verdadero lutin, porque hacía magia. Sólo necesitaba tierra de la isla y agua del mar, sólo necesitaba la naturaleza para convertirla en barro y darle forma y alma. El luten pasa horas enteras bajo el sol impregnado de barro trabajando con sus máscaras, esas bonitas creaciones que después cuece y pinta quizá reflejando su propio estado.
Ahora sé que el lutin no está solo porque vive rodeado de máscaras que lo protegen y lo acompañan en sus días y sus noches desde hace muchos años en la pequeña ilet de Cabrit.
El garçon era de aspecto menudo, humilde y edad incierta. El brillo de su piel bronceada por el paso del tiempo bajo el Soleil, su pelo negro despeinado, sus orejas puntiagudas, sus cejas oscuras y bien perfiladas y su sonrisa en la mirada le daban el aspecto de un auténtico lutin.
El garçon vivía en una petit maison de un material parecido al adobe en donde sólo existía lo imprescindible para vivir. Aún así era muy acogedor. Cada nuit el garçon se acostaba en la arena a contemplar la explosión de estrellas que llenaban el cielo de luz y magie. El mar también lo acompañaba en sus días y sus noches, dándole musique y movimiento.
Su trabajo era très spécial. Trabajaba con barro para crear bonitas máscaras a las que les daba vida. Por eso sé que es un verdadero lutin, porque hacía magia. Sólo necesitaba tierra de la isla y agua del mar, sólo necesitaba la naturaleza para convertirla en barro y darle forma y alma. El luten pasa horas enteras bajo el sol impregnado de barro trabajando con sus máscaras, esas bonitas creaciones que después cuece y pinta quizá reflejando su propio estado.
Ahora sé que el lutin no está solo porque vive rodeado de máscaras que lo protegen y lo acompañan en sus días y sus noches desde hace muchos años en la pequeña ilet de Cabrit.
lunes, 1 de febrero de 2010
CARNAVAL CARNAVAL, CARNAVAL TE QUIERO!!!!
El carnaval guadalupeño ha empezado. explosión de color, música, baile, comida...la gente sale eufórica para vivir estas fiestas con mucha ilusión. es fabuloso cómo se mueven las chicas y los chicos, hombres y mujeres al son de la música caribeña. cómo lucen los trajes por sencillos que sean y cómo sostienen en sus cabezas gorros enormes. los gorros son el elemento clave en donde se expresa todo el contenido del disfraz. es una fiesta comunal y familiar porque las comparsas se forman por comunidades en las que participa toda la familia. las mujeres bailan y los hombres tocan la música. los desfiles son los domingos y van alternando el lugar, aunque los ensayos son diarios. de momento parece que estas fiestas son las más festejadas de la isla pues se viven con mucha pasión!!
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