Ayer estuve visitando un lugar maravilloso donde la magia de la naturaleza se palpaba por la vista por el oido, por el olor, por el tacto y por el corazon. era el santuario de las mariposas. un lugar escondido entre montañas, poblado de árboles inmensos muy verdes donde las mariposas viven durante seis meses para luego emigrar a canadá. es un lugar donde te transportas a un estado de paz y serenidad, despierta tu sensibilidad y sientes candentemente la fuerza de la vida. pero también lo efímero y volátiles que somos. es tan lindo que esas mariposas, aunque siempre diferentes siempre otras, vuelvan al mismo sitio como llamadas por una melodía imnotizante, la melodia de la vida y de sus antepasados. rodeada de mariposas monarcas, que inundan los arboles hasta hacerlos cambiar de color, sentía el sonido del voltear de sus alas dentro de mí, como si el palpitar de mi vida y mi respiración dependiesen de él.
En el camino hacia el santuario pasamos por unos pueblecitos diminutos en donde las casitas, todas de mil colores diferentes, no medían màs de dos metros, eran de duendecillos!!todas las casas tenìan vírgenes o santos en las fachadas y muchos adornos y macetas. son zonas rurales en donde trabajan muy duro para ganarse algo de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario